viernes, 8 de octubre de 2010

Selva de Irati

Tres noches. Cuatro días por delante.
El lugar elegido como residencia para este corto viaje fue un pequeño pueblo de 800 habitantes del pirineo Navarro y cercano a la frontera con Francia, llamado Etxalar.

La casa en cuestión llevaba el nombre de Añorbe, y se trataba de una casa situada en mitad de la nada, desde donde lo único que podía escucharse eran los cencerros de las ovejas y caballos de los alrededores y el sonido de los pájaros. Un lugar perfecto para olvidarse de la estresante vida rutinaria de una gran (o mediana) ciudad por un breve espacio de tiempo. El camino para llegar a la propia casa desde el pueblo era una auténtica maravilla, que discurría a lo largo de un rio y se encontraba rodeado de una vegetación apreciable como un paraiso cercano para aquellos que echamos en falta día tras día un lugar en el que respirar.



Un dormitorio doble, un salón con chimenea, un balcón con vistas a las montañas y al cielo estrellado cuando aun el resto del mundo está en pie y una tele que se utilizaría mas bien poco que mucho y serviría como simple adorno.

El primer día fue bastante tranquilo. Tras algo de esfuerzo conseguimos llegar al alojamiento, pagar al dueño y olvidarnos de responsabilidades y relojes durante tres días. Tras esto nos fuimos a comer al asador del pueblo. Llegamos un pelín tarde para comer y a pesar de que podrían haberse negado a atendernos lo hicieron con una sonrisa. El menú era auténticamente norteño: una ensalada para al menos tres personas para mi, y una cazuela de judías rojas para mi acompañante como primer plato, y una bandeja de filetes de ternera a la brasa con patatas de segundo para los dos. Cuando ibamos por el segundo plato el dueño se acercó para preguntarnos si nos estábamos quedando con hambre, que eso no podía permitirlo. Ni siquiera fuimos capaz de pedirnos postre después de aquella comilona como para repetir ningún plato, pero dejamos hueco para el chupito de pacharán al que nos invitaron.

Después de comer fuimos a hacernos con provisiones a un pueblo cercano, y el día terminó con un pequeño paseo por los alrededores del alojamiento y una larga y relajada noche. Nada mas; nada menos.

La zona en la que nos alojábamos estaba llena de castaños, creo que volvimos con cerca de tres kilos de castañas

El segundo día madrugamos mas de lo que hubieramos deseado, pues un error de cálculo nos hizo contratar un alojamiento algo alejado de la zona que nos interesaba. Así pues a las diez partíamos hacía Ochagavía para acceder a uno de los puntos de inicio de las rutas la selva de Irati en el que había una caseta de información y aparcamiento (a un precio de mantenimiento de 3€ por si a alguien puede interesarle).
El total de kilómetros de extensión de las rutas recorridas no superaba tal vez los 12 kilómetros, pero los hicimos tranquilamente durante cinco largas horas. Me parecía imposible no pararme a disfrutar del entorno e intentar retenerlo en mi memoria por siempre. Las rutas hechas son las siguientes:

Camino viejo a Koixta (SL-NA 69): Una ruta de 5,5 km y un desnivel de 300 m con un trazado medianamente abrupto que discurre en su mayoría por un precioso hayedo, apto para cualquier persona con las suficientes ganas de disfrutar de la naturaleza y a la cual no se le ocurra llevar tacones o algo así (¡se ve de todo!).

Una foto del hayedo por el que transcurre la excursión
Setas, muchísimas setas por el camino. Según nos dijo el guarda la ley permite coger diez unidades por persona y día. No quería morir aquel día, así que dejamos las setas en su sitio.
La ruta termina en una pista forestal junto al rio Urtxuria . Tuvimos la mala suerte de que están deforestando la zona y parte del final del camino trascurrió entre máquinas y obreros, y por una pista bastante destrozada. A pesar de ello, la recomiendo.
A pesar de que el paisaje era bastante desolador en ese punto, decidimos hacer una parada en el lugar y comer junto a un rio dando la espalda al trecho de tierra arrasado por las máquinas.

Tomada en el lugar de descanso junto al rio Urtxuria
En este punto teníamos dos opciones: desandar lo andado, o tomar una nueva ruta que acabaría en el punto de inicio. Una auténtica tontería desandar los pasos, así que seguimos haciendo camino.

Camino viejo a Casas de Irati ( SL-NA 60A): Esta otra ruta es similar a la anterior. Consta de 5,4 km de longitud y un desnivel de 200 m. Parte de la ruta discurría por la pista forestal y dejado atrás ese tramo volvías a adentrarte en unos preciosos bosques de esbeltas hayas y pinos en su mayor parte.

Sí, mas setas. Me gustan las setas.
Mas o menos en mitad del camino nos desviamos unos 200 m para acceder al Mirador de Akerreria, una atalaya desde la que puede verse una bonita panorámica de la zona. Tras esto comenzaba un descenso que nos revaba hacía un camino de regreso al punto de partida.

Riachuelo que discurría por una pared rocosa.
La última parte del recorrido es común con la ruta del Paseo de los sentidos (SL-NA 61A), que no son mas que 2 km de paseo con practicamente ninguna dificultad y que puede hacerse desde el propio punto de inicio si se quiere.
Zona del paseo de los sentidos

Terminadas las rutas comenzó la vuelta a casa. Nos cruzamos con mas ovejas, vacas, caballos y mas gilipollas que conducen como auténticos camicazes. No sé si algún día seré capaz de superar mi miedo a la conducción viendo lo que se puede ver al salir de viaje.

Ovejas pastando en los prados que se internan en la zona de la selva de Irati
El tercer día en la zona volvimos a madrugar pero nos regalamos media horita mas de sueño. Nos despertamos bajo un cielo completamente oscuro, augurio seguro de lluvia, y mi estado no ayudaba, ya que me levanté peor que los días anteriores; el catarro que pensaba había conseguido olvidarme en Zaragoza reapareció en una maleta.

El destino de este tercer día era Orbaizeta para realizar la ruta del Bosque de Ursario (SL-NA 57B). Al parecer la ruta comenzaba desde el refugio de Azpegui, al que se accede desde la antigua fábrica de armas de Orbaizeta, pero estaba tan mal indicado que acabamos haciendo media ruta en coche por un camino habilitado para ello. De esta manera comprobamos que la ruta completa no merecía la pena y la iniciamos en una pradera situada en un punto intermedio. Todo era muy distinto a lo que habíamos podido ver el día anterior, pero desde luego tenía el mismo encanto.

Pradera desde la que se accede al Bosque de Ursario
Hicimos trozo de ruta hasta que decidimos dar la vuelta porque las lluvias del día anterior habían hecho el camino algo intransitable y el catarro, los bajones de tensión y de azucar, y un rebrote de la alergia primaveral me dejaron como si de un zombie me tratara ¿que mas podía pedir? pero como hace mas el que quiere que el que puede decidí seguir adelante aunque fuera a un ritmo mas adaptado a mi pronta vejez temporal.

Bosque de Ursario
De aquí nos dirigimos a Aezkoa, donde nos encontramos de nuevo con un aparcamiento y una caseta de información. Si el día anterior el guarda forestal me pareció lo mas amable que puedes encontrarte, este día el responsable era un perroflauta pasota al que interrumpimos en la barbacoa con los colegas. Aun así en ese primer lugar no aparcamos el coche y nos dirigimos a un aparcamiento que se encontraba adentrado en el propio bosque.

Alrededores del embalse de Irabia
La ruta escogida en este caso fue el Camino de Plaza Beunza (SL-NA 52C). Una ruta sencillísima (hasta para mi estado) de 4,4 km y 90 m de desnivel, que discurre inicialmente bordeando el embalse de Irabia y a un tercio del recorrido aproximadamente se adentra de nuevo en un bosque de hayas. Si te lo preguntas, sí, en esta zona hay muchas hayas.

Hayedo junto al embalse de Irabia
De vuelta en el alojamiento la noche fue extraña. Mientras mi acompañante bebía pacharán, yo bebía manzanilla, lo que me llevó a tener que soportar un extensísimo monólogo a la luz de las velas y la chimenea.

La última mañana amaneció completamente despejada y con una temperatura envidiable. Murphy sabía de lo que hablaba.

Antes de partir encontré moras por el camino. Tranquilos, amantes de los animales, esta no me la comí, ya tenía dueño.

Recogimos todo y nos dispusimos a volver a casa haciendo una breve parada para comer y dar una vuelta por Pamplona. Pamplona... bien, Mas bonita que algunas ciudades y menos que otras, pero una ciudad al fin y al cabo. Ya había tenido la suerte de disfrutar un fin de semana en esta ciudad con la asociación de patinaje local, que prepararon para la ocasión una ruta demoledora de unos 20 km en la que la velocidad y la falta de oxígeno no me permitió grabar correctamente la información en mi cerebro. Así pues me llegaba justo para decir, "creo que esto me suena".

Llegábamos a Zaragoza al anochecer del viernes. Por suerte teniamos el fin de semana por delante para aceptar la idea de la vuelta a la realidad.

Del viaje solo decir que tengo que volver (que recuerdos de perdidos...). Esperaba encontrarme un ambiente mas otoñal del que me encontré, y me di cuenta de que si ahora es una maravilla en pleno otoño debe ser impresionante. Si hubieran vacaciones y pasta, volvería en un par de semanas, pero no está la cosa para estos asuntos.

18 comentarios:

  1. No quería haber colgado tantas fotos, y lo siento por el que tenga una conexión lenta, pero es tan bonito todo aquello que no he sabido cual elegir. ¡Y las que se han quedado por el camino!

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  2. ¡Mierda! Cuando me voy de viaje en plan senderismo, ovejitas, y cosas de esas lo primero que nos llevamos es un barril entero para llenarlo de hielo y quintos de Cruzcampo. Después nos da igual todo. Y por su puesto, ¿caminatas? Siempre que podamos volver a por otra birra sin que se caliente.

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  3. Me encanta la foto de la mora! Es preciosa y vaya peazo de fotos que sacas, creí que eran bajadas de internet! Qué gustazo de viaje neko, mi hermana lo hace mucho con su churri, sobre todo eligen país vasco para las escapadas, un besote :*

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  4. Precioso tu descanso Neko ;) - Las fotografías son bellísimas !
    Y sí: lo más duro es volver, pero lo haces renovada y llena de imágenes que no olvidarás ;)
    Un beso o 2 !

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  5. A partir de este momento declaro mi total admiración por tu arte fotográfico. Las fotos son de una grandísima calidad.
    Sobre el tema de la conducción opino como tú, por eso no tengo carnet de conducir.
    Tomo nota del sitio, aunque ya había oído verdaderas maravillas sobre él.

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  6. Joder nena, he flipado con las fotos. Son preciosas. Da igual que vaya lento esto, merece la pena verlas.
    Gracias por compartir tu viaje, yo al menos me lo apunto como destino para cuando pueda, me gusta mucho más algo así que una playa o una ciudad por bonitas que sean.

    Besines.

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  7. Las fotos son impresionantes, eres una artista, me encanta la fotografía (la de nuestro blog, la del banco en La Coruña también es mía) y me he quedado impactado por las imágenes, tanto por el encuadre, luz, nitidez, como por su belleza intrínseca. Total que, entre los textos y esa "ventana" a los paisajes, intentaré ir a Irati este otoño. He descubierto un magnífico Irati y, más importante, una magnífica Neko.
    Gracias por compartir tu experiencia. Muchas gracias.

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  8. Que buenas fotos neko !

    Irati es un paisaje mágico, el hayedo es impresionante, parece que entras en el mundo de los duendes y bestias oscuras.

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  9. Me ha encantado el post, y las fotos fantásticas.
    Espero que los antídotos de la ciudad dejen a la zombie otra vez persona...jeje.
    Una cosita...es mejor no repetir viaje, creo.
    El Norte tiene sorpresas continuas allí donde te dejes caer...

    Salu2

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  10. Bubo de verdad que te vas a la montaña a beber?? jajaja yo también lo he hecho alguna vez, pero el olvidarse alguna vez de la rutina no tiene precio

    Vir normalmente las fotos las "robo" de internet, pero estas son de cosecha propia. La verdad es que esto de la fotografía siempre me ha llamado, y justo este jueves empiezo un curso de fotografía para poderle sacar partido a la cámara, la verdad es que yo misma me sorprendo de lo bien que han quedado las fotos, porque poco mas que enfocar y darle al botón se hacer. La foto de la mora y el caracolito también es de las que mas me gustan :)

    Eleanor El viaje me ha servido para tener la convicción de querer volver por esa zona, quiero ver mas!

    Amando jajaja muchas gracias! me voy a acostumbrar a tanto piropo por tu parte, mira a ver, que eso no es bueno.

    Rune Si puedes escaparte por esa zona en algún momento y te gusta la naturaleza, te encantará!!

    Pitt Viniendo de alguien que sabe o le interesa la fotografía todavía es mas de apreciar el piropo. Como le decía a Vir comienzo un curso de fotografía la semana que viene. Siempre me han dicho que tengo buen ojo para las fotos, pero la verdad es que de técnica no tengo ni idea. No se mas que darle al botoncico y enfocar.

    charradetas Toda la razón, parece un mundo diferente, te hace sentir tantas cosas que hay que vivirlo para saber de qué se habla. Las fotos ni siquiera captan toda la magia del lugar.

    Toni Tomo nota de tu palabra, pero me da la impresión de que me falta tanto, tantísimo que ver por la zona que desearía volver ya mismo. Eres de la zona? te utilizaré de asesor a la próxima si me permites :)

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  11. Ha sido un placer leerte con esas fotos adornando el relato. Francamente, pensaba que la selva de Irati tenía, valga la redundancia, un aspecto más selvático xD Seguramente el problema soy yo, que después de tanto capítulo de Lost he terminado entendiendo por selva algo demasiado concreto. Agacho la cabeza como navarro de pura zepa para afirmar que soy lo suficientemente gilipollas como para no haber disfrutado casi nunca de los entornos naturales de este territorio. Imagino el lugar de esas hermosas fotos con mucha bruma, o soportando la descarga de una borrasca. Joder, sería ideal quedar empapado de agua en un sitio así.

    Del post anterior decirte que tus palabras son lúcidas a más no poder y que cada día lo flipo mas con lo que ocurre en el mundo empresarial.
    Un abrazo.

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  12. Bonito viaje y bonitas fotos.La chimenea es imprescindible en una casa rural, y da mucho juego fotografiar al fuego.

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  13. Preciosas fotos! ha tenido que ser marivalloso ese viaje... pero yo soy de ciudad completamente, me encanta dar un paseito de muy vez en cuando pero nada más....

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  14. Si ya te envidiaba el viaje antes de leerlo... Después de leído e ilustrado con esas maravillosas fotos ni te cuento. Yo también soy de ciudad pero me olvido de que lo soy mientras estoy con el post. Saludos.

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  15. ¡Qué maravilla de paisajes! Me apunto para posibles escapadas eso de "la ruta de la seta" :P

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  16. Suelen recomendar visitar estos bosques en otoño, por el colorido, aunque la verdad es que a mí me gustan más en verde.
    Muy buenas fotos, en especial la de la mora con propietario :D

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  17. Mi curiosidad no tiene limites, asi que este chico tan agradable que me hace el favor de darme consejos de como seguir a otro blog, no podia pasar desapercibido
    Y mira lo que me encuentro, un lugar casi magico, wow, ¿de veras que son tuyas las fotos?
    me han encantado, yo por desgracia soy una negada de la fotografia, decapito a "tol que se menea", y si no parecen hechas desde un columpio con todo distorsionado, bua que ya no hay remedio
    Uno de mis sitios preferidos en el mundo, donde mas me evado de la realidad y consigo descanso es el campo, vivo en un pueblo y este tipo de vistas que nos regalas son mi relax habitual
    Muy buena entrada y me ire pasando por aqui de vez en cuando
    Como le dije en su dia a Jordi, soy algo cariñosa de mas(no te molestes) y mis comentarios no se hacerlos cortos(sorry)
    Un saludo
    Irene Comendador

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  18. Mas vale tarde que nunca, eso dijo alguién algún día no? pues eso, que tarde pero respondo.
    Dani ya puedes agachar la cabeza tio.... la verdad es que tenéis una suerte que no os imaginais. Todo aquello es una auténtica maravilla. A ver si para cuando llegué el buen tiempo agarras la mochila y sales a respirar un poco de aire, de vez en cuando es un auténtico alivio olvidarse de la vida real.
    De mi empresa pues bueno... ahí vamos. Tengo la suerte de saber tomarme las cosas con humor.

    pseudosocióloga Para alguien que no dispone de chimenea en casa, que supongo que seremos casi todos, hace muchísima ilusión. Ya ves, algo que antes era el pan de cada día ahora es algo que desprende cierta magia al mirarlo.

    Juana Yo siempre digo que no podría vivir en un pueblo ni en el campo, me moriría de aburrimiento, pero perderse de vez en cuando no tiene precio, y si es en buena compañía todavía menos. :)

    Hou Hay que encontrar momentos para huir de la ciudad, es como un monstruo que te atrapa y oscurece poco a poco. Hay que quitarse el polvo de encima!

    Rific Estás desaparecido en combate!! pues eso es, apúntate a la ruta de la seda, y si encima te llevas alguna (con conocimiento, ya sabes) para degustarla, mejor que mejor.

    Herel Te quedas con la primavera? supongo que cada estación tiene un algo especial, eso es lo bueno, que depende de cuando vayas puedes encontrarte lo mismo pero no reconocerlo. Yo querría verlo florido en primavera, seco y caluroso en verano y blanco en invierno, querría no perderme nada, pero no da para tanto la pasta.

    Irene Tengo pendiente una visitilla a tu casa, yo también soy muy curiosa, ojo, curiosa, no curioso! jajaja
    Las fotos si que son mias. La verdad es que soy un desastre con la cámara, ahora me he apuntado a un curso de fotografía y espero poder sacar algo mas de partido a la reflex, que es algo que siempre me ha llamado mucho.
    Yo no sé si podría vivir en el campo, creo que me agobiaría, aunque supongo que cada lugar te ofrece alternativas y puntos de vista diferentes. Yo disfruto de la tranquilidad como nadie cuando la tengo, será sobre todo por aquello de que valoras mas aquello de lo que careces, y es mi caso.
    Tu tranquila, el cariño nunca sobra en este mundo en el que vivimos. Me gusta que la gente comente lo que quiera, sea bueno o malo, hay que aceptar el punto de vista de los demás para que te acepten a ti mismo.

    Un besete!

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