Un nuevo día.
Quedan al menos veinte minutos para el amanecer; las luces de la calle se filtran entre las cortinas y al mirar hacía mi izquierda puedo verla con claridad.
La escucho respirar profundamente, en silencio, como cada mañana; es el único momento de paz que siento a lo largo del día.
Algunas veces se esboza una sonrisa en su rostro, y la imagino soñando que todavía es niña, montada en un columpio o divirtiéndose con sus hermanos en una mañana soleada, tal vez dibujando caballos alados o jugando a las canicas; tal vez esté soñando conmigo, desearía que no fuera así.
Hace un año dijo que me quería; no supe qué responder.
Me perdí en la inmensidad de sus ojos, en aquella mirada cálida y esos labios rojos que me ayudan a sentirme uno más, y quise decirle que ojalá nunca llegara a saber qué es lo que yo quería, pero lo único que pude decirle en un susurro inaudible fue que lo sentía.
El mundo de mentiras en el que se sumergió por elegir permanecer a mi lado parece no tener fin, y lo ignora todo, a veces me parece increíblemente estúpida, otras me parece que su búsqueda de la felicidad parece no tener límites lógicos. Por qué tenerlos.
Y la observo mientras duerme, antes de que la ansiedad comience a hacerse hueco bajo mi piel y sienta asco por este tipo de vida al que no puedo renunciar, igual que me es imposible prescindir del aire que respiro.
Todos los días parecen ser iguales.
Son las nueve de la mañana. Mi despacho es demasiado grande y el trabajo siempre es poco.
Como un autómata me conecto a internet y abro una sesión de chat. Me encanta la sensación de poder ser una persona diferente cada día, pero ha llegado a obsesionarme, a veces me cuesta saber quién soy realmente. Preparo con intensidad y dedicación cada uno de los papeles que represento.
Un día soy un jovencito que no llega a la veintena y que juega al futbol en el equipo de su instituto y al siguiente soy un hombre de cuarenta años que trabaja como voluntario en la cruz roja. He sido católico, protestante y ateo, he sido negro y oriental, pobre y asquerosamente rico, he sido policía y payaso de profesión, he sido feliz, he visto el fin del mundo demasiadas veces. Puedo ser todo lo que quiera a través de unas pocas palabras y una foto sacada de internet, y quisiera que eso fuera suficiente para mí, pero nunca lo es.
Algunos días consigo preparar una cita entre mi personaje y la persona del otro lado de la pantalla. Si consigo atraerlo hasta un lugar adecuado todo se desencadena rápido.
Me siento cansado de todo esto. Hace tiempo que perdí la cuenta del número, hace demasiado que olvidé cuándo fue la primera vez.
Observo mis manos: fuertes, vacías... llenas de sangre.
Sí, me siento cansado, agotado, pero requiero esas miradas suplicantes, necesito la intensidad de cada último latido como si fueran los de mi propio corazón. Cada puñalada me excita, la sensación de hundir mi cuchillo en su cuello se ha convertido en una auténtica droga para mi, y no soy capaz de saciar mi sed hasta tener frente a mí un cuerpo inerte.
Cada vida arrebatada se convierte en un simple recuerdo, en una fotografía de personajes que desconozco.
Luego llega la noche, me acuesto a su lado y mientras duerme pienso en el número de días que hace que la conozco. Es tan bonita...
Llevo dos años junto a ella y todavía no la he matado.
jueves, 15 de septiembre de 2011
Mientras duerme
Etiquetas: sueños
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Después del anterior sueño tocaba uno de los "mios". Esta vez además de asesino, soy un hombre...
ResponderEliminarUn relato muy bueno Neko, me gusta como ecribes, saludos desde el norte.
ResponderEliminarDos años viviendo a punto de morir cada día sin saberlo... ¿Es exactamente igual a vivir dos años sin estar a punto de morir cada día?
ResponderEliminarJose hay días que me cuesta mas plasmar en "papel" mis sueños, esta vez me ha costado algo mas de lo normal. Muchas veces son sueños tan confusos con tantas sensaciones y tan poco argumento que me cuesta mucho. Me da la impresión de interpretar un papel distinto cada noche.
ResponderEliminarHerel Supongo que aquello de la ignorancia da la felicidad es cierto. Realmente el vivir al límite de la vida o la muerte si lo ignoras, es como llevar una vida normal. Si tengo que elegir, yo me quedo con la aburrida. Tengo que vigilar a mi novio.
Guaaaaauuu...
ResponderEliminarRealmente magnífico, creo que podría dar mucho juego para algo más extenso. Me ha encantado.
Joder tía, ya pensaba que iba de otra cosa hasta que he leído la palabra sangre, no se puede hacer carrera con tu subconsciente...
ResponderEliminar(te echaba de menos, de todos modos)
neko, siempre me sorprenden tus sueños, me parecen comienzos de novelas...
ResponderEliminarPerfecto relato, fabuloso relato. Los sueños dan mucho de sí.
ResponderEliminarAmando Viniendo de ti siempre me halagan demasiado tus palabras. No sé si llegaré algún día a hacer algo mas extenso, el tiempo dirá, pero hoy por hoy se me haría demasiado cuesta arriba.
ResponderEliminarRune pues eso que creo que esta ha sido la única vez que he edulcorado parte del sueño y la he reescrito, que tampoco quería que blogger me cerrara el blog... ves, sabía que en el fondo te gusta la sangre!
Juana pues nada, yo te presto el comienzo si tu quieres continuarla, yo no tengo cabeza para esas cosas.
rombo ya te digo si dan de sí! la pena es que la mayoría se olvidan fácilmente. Todo lo que he soñado esta noche y recordaba esta mañana ya se me ha ido... que penita.
Neko, eres una fiera. El relato es intenso y el final sobrecoge, pero lo más fuerte, esa vuelta de tuerca de la maldad, del espanto, del pavor, de la horridez es que, como escritora, hayas conseguido, en el colmo del aterramiento, ser además de un asesino...¡un hombre!
ResponderEliminarNiña,me has dejado pilladísima. Me encanta tu relato, es la caña. Espero leer muchos más.
ResponderEliminarMil besitos.
Es una pasada la forma en la que esta escrito.
ResponderEliminarMuaa!!
Sueña neko...sueña.
ResponderEliminarComo decía Platón: "El virtuoso se conforma con soñar lo que el pecador realiza en la vida"
Salu2
De verdad que yo daría algo por hipnotizarte(si supiera)y luego psicoanalizarte.
ResponderEliminarA mí también me ha fascinado el mundo de los chats y he llegado a escribir sobre ellos y he usado crueldades pero las mías son más caseras. Tú tiendes al lado psicópata y en este cuento está bien porque el giro final, una vez más, no lo he visto venir ni aunque me avisaran haciendo luces de lejos. Una persona que vive sin saber que se acuesta con la muerte, que en realidad convive con ella. Todos vivimos así. Si no es un psicópata que tienes al lado puede ser cualquier cosa.
ResponderEliminarMe atrapó su lectura !!!!
ResponderEliminarfeliz fin de semana
Yo estoy con Pitt, has soñado que eres un hombre, eso me parece la hostia!!! Te has fundido con el personaje, aunque sea de forma inconsciente, eso es algo que pocas personas son capaces de conseguir.
ResponderEliminarPor otro lado, ¿sabes cuántas he veces he pensado que puede ser real lo que has escrito?
Yo también me he imaginado que iba por otro lado, me ha sorprendido mucho el final.
ResponderEliminarJoer, nena, cómo escribes, deberías tener publicaciones si no las tienes ya.
Me dejas alucinada siempre.
Un besazo.
A tu pregunta de dónde me meto, te remito a mi blog y mi odisea en violeta, donde, por cierto, te he dejado un nuevo regalito, a ver si te decides a recoger alguno!
:)
Besazos, chulísima.
Me encantó la historia-sueño. Además con lo macabra que soy yo...
ResponderEliminarUn hombre y asesino; genial Neko.
Un abrazo enorme.
"Es tan bonita...
ResponderEliminarLlevo dos años junto a ella y todavía no la he matado."
Ni Dexter lo hubiera dicho mejor. :->
En el fondo el asesino de tu sueño la quiere, es lo único que le permite mantener la cordura... y su felicidad.
Sigue soñando, sigue contando... que nosotros seguiremos leyendo.
Un abrazo
Por cierto... si no estas escribiendo ningún libro deberias comenzar.
ResponderEliminarComo dice "princesa o demonio..." publicaciones de Neko ya.
¿Y unos detalles escabrosos de como te los cargas? Estaría mal?
ResponderEliminarLo he leído desde el otro extremo. He sido yo la que se conecta a ese chat y he pensado en él. ¿será mi psicópata particular? El día que quedemos sacará un cuchillo.
ResponderEliminarAdemás de disfrutar de una buena historia siempre me haces pensar.
¿quién duerme a nuestro lado? ¿lo conocemos realmente?
Hola mi princesa, la tonta y desaparecida de la Irene que te agradece en el alma que te acuerdes de ella. Mmmm Habló en tercera persona, es que estoy fatal jeje
ResponderEliminarPues me ha encantado esta historia de amor incomprendido hasta por el mismo que lo sufre, pena de la niña que descansa, algún día y sin ella saberlo le llegará la hora, eso no puede funcionar.
Las historias que relatan partes del ser humano que son tan hirientes y despellejadas son las que mas me gustan, y tú lo hiciste maravillosamente.
Un beso corazón y gracias por entrar en mi vida
A ver si ya puedo ponerme al día y volver con todos vosotros
MUAC!!!!!!!!
Me atrapas,me atrapas, me atrapas...Tienes n don increíble para describir y contagiar con tus historias. Muy buena entrada, neko
ResponderEliminarUn besote
Buah, como me ha enganchado al irlo leyendo. Este sueño casi se merecía una continuación, aunque posiblemente el final no fuera del agrado de la gran parte de la sociedad. jeje
ResponderEliminarUn bico!
Joé, qué estremecedor, qué siniestro todo. Y bonito a su manera también. Menudo filón con lo de los sueños XD
ResponderEliminarGenial. Otros necesitan doscientas páginas para contar lo mismo.
ResponderEliminarEl final quedo muy bueno !!
ResponderEliminarParece que algunos se divierten barato.
ResponderEliminarQué estremecedor tu relato!! -va incluída carita de horror-
Saludos
Ya perdonareis a todos por no responder personalmente a los comentarios, pero he estado ausente (del todo) unos días.
ResponderEliminarGracias!