Una gran ciudad; el aislamiento máximo disfrazado de libertad, revestido en ladrillo y hormigón.
Como una niña perdida busca a su alrededor alguien que le tienda una mano y la saque de aquella aplastante soledad; se siente perdida, cobarde y frágil mientras observa la calle desde el zaguán de la puerta.
La lluvia comienza a caer lentamente; demasiado lentamente.
Imagina que la fuerza de la gravedad ha perdido fuerza; quiere creer que el tiempo ha moderado su fulminante avance, y durante unos minutos juega a seguir con la mirada el camino de cada gota de agua y atraparla entre sus dedos alterando su destino.
La emoción la ahoga. Desearía ser una simple gota de agua, olvidar aquel miedo a la humanidad y al inevitable futuro, y caer, simplemente caer.
Cierra los ojos; cuenta hasta cinco; da un paso al frente.
Siente frío al sumergirse en aquella marea humana; la garganta le quema, reprime una sola lágrima, las siguientes las mezcla con la lluvia. Intenta contenerse, se repite que no hay nada que temer, busca tranquilidad en la inmensidad de aquel cielo gris y sin llegar a encontrarla, decide comenzar su camino.
Se cruza con cientos de personas de miradas indiferentes, y a pesar de saber que nadie la mira, se siente observada, juzgada y condenada. Su respiración se entrecorta; le cuesta respirar con normalidad, pero sigue adelante, en silencio y con la cabeza agachada bajo la lluvia.
Tras cinco interminables minutos, llega a su destino. Con voz tímida pide un par de tomates y una lechuga; entrega un billete de cinco euros, introduce las vueltas en un bolsillo y al salir por la puerta parece sentirse liberada.
Se encuentra de nuevo en la calle; el cielo continúa llorando, pero aunque igual, todo parece haber cambiado en ella; sonríe con la ilusión de un niño que comienza a andar y se atreve a mirar al frente mientras camina.
La calle está vacía cuando se encuentra de nuevo con aquellos ojos claros que un día no llegó a olvidar.
La bolsa cae, los tomates ruedan sobre un charco, y esta vez, en silencio, sin ofrecer ningún tipo de resistencia observa desde fuera de sí misma como su cuerpo es apuñalado hasta caer sobre el asfalto mojado; contempla como brota la sangre mientras la desconocida sonríe y se aleja en silencio.
Vuelve en sí misma en el mismo instante en el que un rayo cruza el cielo para despedirla de este mundo, y mientras se pregunta si es miedo o tal vez paz lo que siente.
martes, 12 de julio de 2011
Dos tomates, una lechuga
Etiquetas: sueños
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buffff pensaba que había dejado de tener este tipo de sueños que tanto me caracteriza. Siento hasta cierto alivio!
ResponderEliminarHuy, huy, huy, será una paranoia pero lo peor es que me siento identificada. Sí, a veces tengo que repetirme lo que voy a decir en la tienda o en el banco, es horrible, no sé si es lo que has querido decir, pero eso del miedo a la gente... ¡y para colmo el sábado empiezo a trabajar por dos semanas en el paro, rodeada de mujeres que han salido ya mil veces, y yo nunca, y estoy ATERRORIZAAAADAAAAA!!!!
ResponderEliminarA veces todo nos parece muy personal, ¿verdad?
Besitos, Neko.
Jana pues verás, de pequeña era absurdamente tímida y solitaria, si hubiera tenido que pedir comida creo que me hubiera muerto de hambre, y para mí cada vez que mis padres me mandaban a comprar alguna cosa o a hacer algún recado era como una gran angustia.
ResponderEliminarPor suerte ahora sigo siendo estúpidamente tímida, pero sin llegar a esos extremos, y aún así el enfrentarme a situaciones o gente desconocida me altera bastante.
A veces los sueños nos traen trocitos del pasado sin darnos cuenta...
por cierto que se me había pasado el enlazarlo, en este sueño aparece de nuevo la chica aquella que no se me iba a la cabeza. A ver si ahora que ha conseguido aniquilarme me deja tranquila.
ResponderEliminarNeko, la foto del gato está según salió de la cámara, lo único que tiene es el viñeteado negro que le puso mi mujer.
ResponderEliminarMenudas historias que cuentas tio jejejjej.
Saludos amigo.
Jose es que los gatos son mi debilidad, pero hay algunos gatos con una mirada y unos ojos que son de postal.
ResponderEliminarY no son historias, creo que es peor, son sueños :) y bueno que lo de tio..... creo que tengo que hacer un blog mas femenino por lo que veo! jajaja
lo tuyo será un sueño, pero mi vecina sufre de agarofobia y no veas.... es como si fuera inutil....
ResponderEliminarummmm!! un tomate cortadito con sal y pimienta....
Pues tus sueños ya llevan mucho de la neko despierta. Esa ciudad dónde el aislamiento se disfraza de libertad con la que empiezas...
ResponderEliminarLa timidez de tu infancia siempre te alcanzará en algún momento de tu madurez, aunque sea en sueños. Es que no se sueña por casualidad. Siempre es por algo. Saludos.
Adiós al "aislamiento máximo disfrazado de libertad, revestido en ladrillo y hormigón". Vacío. Nada. Cero. Paz, claro.
ResponderEliminarUn saludo, Neko.
Tranquila mujer, apuesto a que lo que salía de la herida era ketchup como en cualquier buena película que se precie. xD
ResponderEliminarBicos!
No sé qué decirte si es una suerte que recuerdes tan bien esos sueños, pero así sin soñarlos está bien leerlos.
ResponderEliminarNo entendí muy bien el sueño, te apuñalas a ti misma, para liberarte de... ¿ti misma?
ResponderEliminarQue suerte, unas gotitas de agua vendrían por aquí de vicio, aunque sea en sueños. Y encima una mirada fría... ¿que más quieres?
ResponderEliminarYo también me he acordado de mi madre (Jana). Es tímida con respecto a esas cosas.
ResponderEliminarYo, por el contrario, soy más tímida para con la gente que veo en el trabajo, amigos de amigos que ya conozco, etc.
No acabo de coger la confianza que otros cogen tan a la primera, soy un témpano...
Me ha gustado mucho el texto, aunque me he sentido agobiada al meterme en la piel de la protagonista.
Un beso grande guapa.
que buenos efectos ;)
ResponderEliminarUf, ya es casualidad aparecer hoy a leer tu sueño, tengo resaca de sueños... No he podido leerlo con calma, lo he leído con angustia. Aparte de eso, ya sabes que tus sueños me desconciertan siempre...
ResponderEliminarBesos pequeña Neko.
¿No te has planteado nunca acudir a un psicoanalista?¿Llevas bien todos estos sueños?
ResponderEliminarJuana lo de la agorafobia debe ser horroroso, pero eso tiene algún tipo de tratamiento no? debe ser duro superar algo así, pero mas lo es el sentirse encerrado en casa con miedo.
ResponderEliminarYo también me tomaría ahora mismo un tomatico, pero también le echaría un pelín de aceite de oliva :)
Hou Siempre hay algo, por pequeño que sea, que estimula los sueños, pero en este caso trae mas restos del pasado de lo normal. La sensación de tener terror al mundo es algo dificil de expresar, desde luego no se lo deseo a nadie.
jodidos yo también creo que era paz, cuando temes a todo, la muerte solo puede traer paz.
bitelino eso sí que no, que en "mis películas" tenemos efectos especiales de los buenos. Si hay que acuchillar, se acuchilla!! hombre ya!
Forajido Siempre lo digo. Suerte. Es suerte poder sentir situaciones extremas aunque irreales, hasta de los sueños se puede aprender.
Piedra mmmm creo que entonces es fallo mio.
La misma tía que mato a mis padres "en capítulos anteriores", es la que ahora me apuñala y me deja ahí tirada.
Bubo que pasa, hace calorcete por el sur ehh!! aquí este año estamos sembradicos de tormentas veraniegas, te mando una, a ver si no se te escapa!
princesa lo tuyo si que es curioso! yo con los mios no entiendo de verguenzas ni timideces, pero la misma situación que plantea tu madre me la aplico y los primeros días para mí son muy duros. No se si será cuestión de una falta de confianza en si mismo o qué, pero es un fastidio que te agobien cosas tan tontas.
Te has sentido agobiada? eso me gusta, he conseguido lo que quería ;)
Jo es que es un corto pero con gran presupuesto!
Rune Si en el fondo se que te encantan mis sueños y los envidias, a que si?? :P te prometo que un día escribiré un sueño en el que no aparezca la palabra sangre.
Qué sueños has tenido tu si se puede saber?? voy a pasar a visitarte a ver...
pseudosocióloga tengo sueños muy saludables, si voy a un psicoanalista es para que me pague por investigarme! jajaja
Pues aunque te parezca raro son sueños que ayudan a ponerse en la piel de ciertas personas o circunstancias.
Si, ya, eso lo entendí. Pero no termino de entender si esa mujer que te apuñala representa a una parte de ti, liberándote de otra.
ResponderEliminarUfff menos mal que mis pesadillas no van más allá de unos insectos por la piel y poquito más jaja. Un beso.
ResponderEliminarPiedra la mente es tan retorcida que tal vez!! la verdad es que no lo he pensado.
ResponderEliminarEn algún sueño si que tengo claro que de una manera extraña soy yo misma la que acaba con mi vida, o si no yo, un reflejo de mi misma, pero en este caso me decanto mas por la tipa que mató a mis padres en un sueño anterior. Me persigue....
Yeah, este entra en la categoría de "sueños coherentes", al menos hasta los últimos párrafos; de ahí hacia atrás ni me había percatado que se trataba de un sueño (no suelo mirar las etiquetas). Me ha gustado como has descrito su deseo de ralentizar la lluvia y de ser una gota más. En cuanto a las ciudades, pocos serán lo que no han sentido esa "soledad urbana", sentirse aislado rodeado de peña. Aunque nada como una ciudad vacía en Julio para hacerte sentir raro. Hace una semana tuve que ir a la universidad; no había un alma por las calles, ni en la facultad. Bad sensation!
ResponderEliminarLa foto de ese tomate me dio un hambre impresionante.
ResponderEliminarMenudo sueños tenemos xD Vaya 2.
Un beso.
Neko: Tal y como indica Piedra esa chica que te apuñala a ti y a tus padres podrías ser tú misma que deseas eliminar algo que te disgusta de tu persona. Sea como fuere, me encantan tus sueños; y la forma de redactarlos.
ResponderEliminarUn gran texto, me gusto mucho. Saludos!
ResponderEliminarYa te estoy siguiendo.
miedo.
ResponderEliminarme dió pánico leerte. ¿Quién apuñala a quién?. ¿Es la misma?. ¿Eres tú?.
ResponderEliminarSiempre me sorprendes.
Un abrazo
Me temo que acaban de cerrarme por "censura" mi otro blog, me han enviado un email por contenido ofensivo asi que nada... me dedicare a mi pequeño blog de fotos y santas pascuas.
ResponderEliminarTe vere entonces desde el otro a partir de ahora, un besote neko.
http://lamaquinadecongelar.blogspot.com/
Nadie se apuñala a sí mismo, ni siquiera en los sueños. Sin embargo, los tomates en el charco sí me dan vértigo. Casi miedo. Sin tomates no habría historia. No habría miedo.
ResponderEliminarComo siempre, una excelente historia.
ResponderEliminarUna cosa es soñar y recordar los sueños, y otra es poder ponerlos por escrito de forma tal que quien los lee puede también vivirlos...
[por cierto, una historia tuya en la que no aparezca la palabra "sangre" me sonaría extraña...]
Querida Neko, aún respiro, y por tanto vengo a decirte que te pases cuando puedas por mi blog, te he dejado un regalito-premio para ti, por chula, hala, y espero que lo recojas y presumas de él, que para eso te lo has merecido.
ResponderEliminarSupongo que estarás de vacaciones, disfrútalas, guapísima, y cuando vuelvas ¡escribe muchas más entradas, que te echo de menos!
Besitos.
Eres una creadora de textos y una creadora de sueños.
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