Sófocles
Hace 14 horas
No sabría decir la cifra exacta, pero sí que llevaba demasiado tiempo haciendo aquel trabajo.
Lo realizaba fríamente, sin atreverme a observar su mirada. Sabiendo que cumplía el pago por la expiación de todos los errores cometidos durante años, y esperando, simplemente esperando alguna señal que me indicara que aquello por fin había llegado a su fin. Había llegado a odiar ese gran espejo y esa sala de luz clara.
Tomaba sus manos entre las mías. A menudo las encontraba temblorosas, buscando respuestas a preguntas nunca formuladas o exigiendo un perdón que no podía ofrecerles y otras hallaba manos cálidas y tranquilas que habían vivido y visto lo suficiente como para no temer al propio miedo.
Tomaba sus manos entre las mías. Leía el diario de su vida, todo lo que un día escribieron y todo aquello que jamás se atrevieron a pensar; podía ver no solo aquello que su memoria intentaba olvidar sino todo el futuro que no les pertenecía, y con todo aquello recreaba una ilusión de ilusiones; plasmaba en una materia compuesta por aire y polvo un lugar en el que sus propios sueños les mantuviera a salvo de la memoria y la distancia, en el que pudieran vivir, sin vivir, sin morir, para el resto de la eternidad.
Sabía que jamás regresarían de su viaje, que de alguna manera estaban obligados a olvidar y ser olvidados, y a pesar de ello no era capaz de encontrar dentro de mí un atisbo de pena o tristeza razonables en esa situación, o no supe hacerlo hasta que le vi, hasta que sentí como mi corazón se paraba durante un segundo que me pareció eterno.
Esperaba sin saber qué esperar, intranquilo, mirando hacía todos lados y hacía ninguno, un reflejo fiel de su propia personalidad; aquella eterna sonrisa de tristeza trataba de ocultar sus miedos y la soledad de toda una vida. Esta vez no necesitaba coger sus manos para sentir la fragilidad de su vida ni para conocer sus sueños.
Me miró. Su rostro se transformó en una transparente sinceridad, mientras yo, inmóvil, sin saber si acercarme o alejarme e incapaz de hablar, sentía como un nudo en mi garganta comenzaba a asfixiarme.
Se acercó a mí, y en un acto mecánico miró su muñeca desnuda y me dijo: Hola hija, ha llegado la hora.
No hable. No podía hacerlo. Dejé que mi mente y mis manos hablaran por mí.
Tomé sus manos y encontré mucho mas de lo que jamás hubiera creído leer en ellas; me sorprendió una lágrima sobre mis manos y alce la vista, lo vi mirarme con cariño pero no encontré lágrimas en sus ojos. Comprendí que toda una vida no te enseña nada si no quieres aprender; puedes ver y escuchar cada día a una persona sin llegar a conocer poco mas que su nombre.
Fue entonces cuando soltó mis manos por última vez. Su imagen se fue desvaneciendo, adentrándose en su ilusión eterna mientras yo me quedaba sola frente a un reflejo.
Lo miré durante un instante, y sin pensar alcé mis manos hasta rozar las de aquel reflejo frío y plano consiguiendo atravesar la imagen y unir nuestras manos.
Miré sorprendida a mi otro yo sin saber cual de los dos era mas real. El reflejo me devolvió una sonrisa, lanzó al aire unas palabras que no supe leer y soltó mis manos lentamente.
Fue entonces cuando comencé a soñar.
No sé por qué, pero los sueños en los que mueren familiares de manera no violenta, me despiertan realmente asustada y me vuelven un pelín paranoica. Parece que la sangre me recuerda que es solo un sueño.
ResponderEliminarCuando tenía trece años, soñe que mi abuelo moría de una manera pacífica y tranquila, y ese mismo día murió. Supongo que esa será la raiz de estos miedos estúpidos.
Es que hay algo de inquietante porque parecen decir algo y el no saber qué es nos puede asustar algo más. Todo este relato es más onírico que nunca y hay algo en él que me ha resultado, como decía antes, más inquietante. Y yo tampoco sabría señalarte por qué. Pero eso me gusta. En la ficción me gusta que me asusten un poco. Si eso es aún posible.
ResponderEliminarHou Si que es verdad que este sueño tiene mas de sueño que otras veces. Esta vez es un reflejo de mi misma el que me acabo quitando la vida, o robándome con cariño.
ResponderEliminarEntre las cosas que he leido sobre los sueños era que eran una manera de prepararnos para sucesos del futuro de manera que pudieramos afrontarlos de una manera mas positiva. Yo solo espero no tener que pasar por tantas cosas como he pasado en mis sueños...
Impresionada con este texto y pensativa me voy. Durante años no podía dormir, ocurrían sueños que se iban cumpliendo. Hoy día es algoque me confunde, me inquieta y me trastoca, como tu relato.
ResponderEliminar(Neko, he intentado ponerme en contacto por correo contigo y no he podido, ¿podrías darme una dirección de correo?. En mi blog está mi correo electrónico. Si quieres, claro)
Vuelvo a leerte.
Un beso
Lo de tus sueños es digno de estudio¿y lo escribes nada más despertarte o te acuerdas durante todo el día?
ResponderEliminarMilu Y crees que nosotros mismos podemos forzar de alguna manera el que algo ocurra después de haberlo soñado?
ResponderEliminarSobre el email de contacto ya te he escrito, pero tengo dos perfiles asociados y solo en una de ellas viene un email. El mio me lo reservo a salgo de locatis ;)
pseudosociologa Solo recuerdo los sueños alguna vez (como todos), pero en dos horas no ha quedado nada de ellos.
Cuando los tengo me escribo un esbozo de sueño como borrador del correo. Creo que tengo pendientes otros dos ahora mismo...
Algunos si que se han quedado mas grabados y soy capaz de recordarlos como si se tratara de recuerdos reales.
Es que jode. Si son sueños por que estás pensando todo el día. ¡Que se cumpla!
ResponderEliminarSi son son pesadillas. ¡Mira que si se cumple!
pues aqui respirando aceleradamente, porque me hiciste recordar un acontecido de hace años ya
ResponderEliminaren un viaje que hicieron mis padres y hermanos y por problemas laborales no los acompañe, soñe que fallecian en un accidente
creo que en la vida me habia lebantado llorando como aquel dia, y no se me paso hasta que hable con ellos
hay veces que los sueños son una hijoputada
un beso guapa y encantada siempre de pasarme por aqui
feliz enrada y salida de año
Aibapatxi! Otro texto mega-críptico. Es un sueño, hay que tenerlo en cuenta. Ayer leía a un señor que reivindicaba el espacio de los sueños como uno de los pocos en los que las personas tienen plena libertad para ser, irracionalmente o no, lo que que deseen. A partir de ahí -según el señor- habría que buscar la correspondencia entre los sueños liberadores y la realidad aprisionadora. Yo desconfio de esa clase de interpretaciones. ¿Para que interpretar los sueños? Si te gustan, trata de recrearlos en tu mente por unos momentos. Con los días seguramente se olvidarán. No hay porque preocuparse. (No va por ti, neko :p)
ResponderEliminarEl caso es que uno de mis héroes de la televisión es Dexter, Dani :P
ResponderEliminarPues sí, Bubo... ya podrían cumplirse algunos sueños de esos que te fastidia despertarte y darte cuenta de que no ha sido así. Yo a veces incluso me los creo durante un buen rato.
Irene las peores veces que lo he pasado al despertar es como te digo cuando le ocurre algo malo a una persona conocida pero de manera no violenta, parece tan tan real que no puedo evitar pensar que algo malo va a pasar.
Por suerte no creo en esas cosas así que se me pasa rápido el susto.
Los sueños al fin y al cabo son pura invención. Si te pegas mucho tiempo jugando a un juego de esos de pegar tiros que a ti te gustan seguro que has acabado soñando alguna vez con algo así, igual que yo he llegado a soñar que jugaba al tetris (una auténtica pesadilla!).
Lo mas raro de todo el asunto es que tengo una imaginación que da pena, no podría parir estas historias si estuviera despierta.
A veces lo que realmente nos asusta de los sueños está al despertar, y no me refiero a la realidad. Nos da miedo ese reflejo que hemos visto en ellos, esa parte escondida de nosotros mismos que ni siquiera llegamos a comprender. ¿Somos en realidad nosotros mismos esos que vislumbramos en medio de esas pesadillas? ¿Quién es entonces la persona que camina día a día?
ResponderEliminarDemasiados complejos, como esas películas que no tienen sentido y que lo único que consiguen es hacerte dudar.
Un beso y espero que hoy tengas "dulces sueños" y no pesadillas.
Sobre la cuestión, sueño/pesadilla/recuerdo/cumplimento, habéis hablado largo y tendido, con muchisimo tino, me parece a mí. Así que nada que añadir.
ResponderEliminarEl texto me ha parecido genial. Un relato IMPRESIONANTE.
Con independencia de que se trate de un sueño, hay un párrafo que me parece para enmarcar:
"No hable. No podía hacerlo. Dejé que mi mente y mis manos hablaran por mí.
Tomé sus manos y encontré mucho mas de lo que jamás hubiera creído leer en ellas; me sorprendió una lágrima sobre mis manos y alce la vista, lo vi mirarme con cariño pero no encontré lágrimas en sus ojos. Comprendí que toda una vida no te enseña nada si no quieres aprender; puedes ver y escuchar cada día a una persona sin llegar a conocer poco mas que su nombre."
Y dentro de él he subrayado en negrita la frase que me parece capital en todo este relato.
Lo malo es que algunas veces los sueños se cumplen...o no. Qué sé yo.
ResponderEliminarFue entonces cuando comencé a soñar...
ResponderEliminarEs lo mejor. Empezar y no terminar.
Feliz año!
Pues si que sueñas Neko, yo no suelo soñar y si sueño, pocas veces lo recuerdo. Hay veces que estando despierto y haciendo algo similar a lo sucedido en algún sueño lo recuerdo como si fuera un hecho pasado real, pero me doy cuenta y recuerdo que es un sueño pasado del que nunca me di cuenta quizás consciéntemente hasta entonces. Quizás sueño más, pero no soy consciente y tú lo eres más. Soñar, que acción más extraña.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esto: ''Comprendí que toda una vida no te enseña nada si no quieres aprender; puedes ver y escuchar cada día a una persona sin llegar a conocer poco mas que su nombre.''
Felices fiestas y feliz año nuevo Neko :)
Un besazo!
a mi me dan mucho miedo los sueños (los oniricos) yo tambien he tendi experiencias mala... y son demoledoras. Feliz año 2011
ResponderEliminarChula la foto. El sueño, muy rarete, la verdad.
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