miércoles, 29 de diciembre de 2010

Tomaba sus manos

No sabría decir la cifra exacta, pero sí que llevaba demasiado tiempo haciendo aquel trabajo.

Lo realizaba fríamente, sin atreverme a observar su mirada. Sabiendo que cumplía el pago por la expiación de todos los errores cometidos durante años, y esperando, simplemente esperando alguna señal que me indicara que aquello por fin había llegado a su fin. Había llegado a odiar ese gran espejo y esa sala de luz clara.

Tomaba sus manos entre las mías. A menudo las encontraba temblorosas, buscando respuestas a preguntas nunca formuladas o exigiendo un perdón que no podía ofrecerles y otras hallaba manos cálidas y tranquilas que habían vivido y visto lo suficiente como para no temer al propio miedo.

Tomaba sus manos entre las mías. Leía el diario de su vida, todo lo que un día escribieron y todo aquello que jamás se atrevieron a pensar; podía ver no solo aquello que su memoria intentaba olvidar sino todo el futuro que no les pertenecía, y con todo aquello recreaba una ilusión de ilusiones; plasmaba en una materia compuesta por aire y polvo un lugar en el que sus propios sueños les mantuviera a salvo de la memoria y la distancia, en el que pudieran vivir, sin vivir, sin morir, para el resto de la eternidad.

Sabía que jamás regresarían de su viaje, que de alguna manera estaban obligados a olvidar y ser olvidados, y a pesar de ello no era capaz de encontrar dentro de mí un atisbo de pena o tristeza razonables en esa situación, o no supe hacerlo hasta que le vi, hasta que sentí como mi corazón se paraba durante un segundo que me pareció eterno.

Esperaba sin saber qué esperar, intranquilo, mirando hacía todos lados y hacía ninguno,  un reflejo fiel de su propia personalidad; aquella eterna sonrisa de tristeza trataba de ocultar sus miedos y la soledad de toda una vida. Esta vez no necesitaba coger sus manos para sentir la fragilidad de su vida ni para conocer sus sueños.

Me miró. Su rostro se transformó en una transparente sinceridad, mientras yo, inmóvil, sin saber si acercarme o alejarme e incapaz de hablar, sentía como un nudo en mi garganta comenzaba a asfixiarme.
Se acercó a mí, y en un acto mecánico miró su muñeca desnuda y me dijo: Hola hija, ha llegado la hora.



No hable. No podía hacerlo. Dejé que mi mente y mis manos hablaran por mí.
Tomé sus manos y encontré mucho mas de lo que jamás hubiera creído leer en ellas; me sorprendió una lágrima sobre mis manos y alce la vista, lo vi mirarme con cariño pero no encontré lágrimas en sus ojos. Comprendí que toda una vida no te enseña nada si no quieres aprender; puedes ver y escuchar cada día a una persona sin llegar a conocer poco mas que su nombre.

Fue entonces cuando soltó mis manos por última vez. Su imagen se fue desvaneciendo, adentrándose en su ilusión eterna mientras yo me quedaba sola frente a un reflejo.

Lo miré durante un instante, y sin pensar alcé mis manos hasta rozar las de aquel reflejo frío y plano consiguiendo atravesar la imagen y unir nuestras manos.
Miré sorprendida a mi otro yo sin saber cual de los dos era mas real. El reflejo me devolvió una sonrisa, lanzó al aire unas palabras que no supe leer y soltó mis manos lentamente.
Fue entonces cuando comencé a soñar.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Jodida Navidad (*)

No recuerdo en qué momento perdí la ilusión por la navidad.
No podría siquiera afirmar si alguna vez ha existido ese sentimiento dentro de mí, y ahora, tantos años después, es dificil buscarlo o encontrarlo por casualidad en cualquier cajón. Tal vez quedó escondido bajo una montaña de realidad, bajo la tristeza y la soledad, y nunca he sabido buscar en lugares oscuros.

Siempre creí que ese tipo de ilusiones está reservada para un grupo reservado de personas en el que yo no estaba incluida. Jamás escribí ninguna carta, ni asistí a una cabalgata de reyes, ni tuve que hacerme ninguna pregunta sobre la existencia de ningún personaje creado como portador de sueños.
Hubiera cambiado los pocos regalos por un cálido abrazo que me recordara que formaba parte de algo, por una sola palabra que me convenciera de que el tiempo me ofrecería algo por lo que vivir, hubiera querido no tener que fingir ante mi abuelo que todo iba bien, que solo era una niña que todavía creia en la magia, borraría las burlas de mis compañeros al preguntarme qué me habían traido los reyes... borraría tantas lágrimas, tanta soledad, tanto dolor y desesperación que hoy solo querría olvidar.

Un día creí que las lágrimas tienen un número finito, y que una vez que llegas al tope es sustituido por algún tipo de escudo interior que impide que te sigan haciendo daño.
Un día pensé eso y me equivoqué, y comprendí que a mi pesar seguía siendo humana, y que la ilusión, la magia y la felicidad deben intentar llevarse dentro cada día, hora y segundo, y no dos, tan solo dos días al año.

Os deseo a todos menos regalos, menos consumismo y mas libertad, mas palabras procedentes del corazón, y mas sonrisas, miradas y abrazos de los que podáis asimilar. Y os deseo esto no solo este día de Nochebuena que alguien marcó en el calendario como un día importante, sino todos los días del año.



*Rune, JasJ, van 3 :)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Lectores RSS

El RSS es un formato de distribución de contenidos en formato XML que permite ser leído a través de un lector RSS sin necesidad de un navegador (aunque la mayoría de las veces se consulta utilizándolo via web).

Esto convertido al idioma humano y aplicado al mundo de los blogs significa que mediante la utilización de esta tecnología podemos acceder a todo el contenido de cualquier blog sin la necesidad de acceder a él directamente, pudiendo ver rápidamente un listado ordenado de entradas o de comentarios del blog seleccionado (siempre y cuando el blog tenga habilitada esta opción, que en casi todos los casos es así aunque lo ignoremos).

Para hacerlo necesitaremos en primer lugar un lector RSS.

Si tienes una cuenta de Blogger está irá asociada a la cuenta de Google que dispone (como no) de un lector RSS bastante sencillo y potente llamado Google Reader. Si además utilizas una cuenta de Gmail es muy práctico porque en la parte superior izquierda aparece un enlace con la palabra Reader que te llevará a su escritorio directamente.

Si no es tu caso, puedes buscar un lector RSS online como NetVibes y Blogines. He intentado crearme una cuenta en el primero de ellos para guiar un par de pasos, pero la verdad... me ha parecido un coñazo, así que me voy a limitar a explicar como configurar fácilmente Google Reader.

Configuración de Google Reader

Al acceder por primera vez, si se trata de la misma cuenta de blogger (que no tiene porque serla), nos aparecerá un mensaje informándonos de los blogs que seguimos. En este caso se nos habrán añadido por defecto todas las suscripciones que tengamos en blogger dentro de la sección de Suscripciones y con la carpeta por defecto de Blogs que leo regularmente, si no es así tendremos que añadir una por una cada suscripción a los blogs que queramos.

Para hacer esto solo tendremos que pulsar el botón Añadir una suscripción, que está en la parte superior del menú de la izquierda e introducir la url del blog en cuestión. Por defecto la nueva suscripción se quedará fuera de ninguna carpeta, si queremos incluirla en la que se crea por defecto solo tendremos que arrastrarla dentro, y si queremos crear una nueva carpeta para clasificar las suscripciones nos colocaremos encima pulsaremos sobre la flechita que aparece a la derecha del elemento y seleccionaremos Carpeta nueva especificando el nombre que queramos.


Una vez que tenemos todas las suscripciones a los blogs que queramos, vamos a cambiar el aspecto en que se muestra todo para que nos sea mas sencillo. Sigue estos pasos:

  • En el panel de la izquierda minimiza con el botoncito del símbolo menos todas las secciones menos la de Suscripciones, que es la que principalmente nos interesa, y así evitaremos liarnos.
  • Selecciona la carpeta que contiene las suscripciones. Al hacerlo se te mostrarán en la parte derecha las últimas entradas de los blogs suscritos. En la parte superior derecha de la sección en la que aparecen las entradas verás que pone Ampliada – Lista. Esto se refiere en la manera de mostrar los elementos. Aunque por defecto viene activada la vista Ampliada, yo recomiendo colocarlo como Lista, ya que te da una visión mas global de las nuevas entradas y las ya leídas y porque se asemeja mas al funcionamiento del correo electrónico que todos conocemos. Si lo haces así, ahora verás que aparece un listado de entradas de todos los blogs con las columnas de nombre del blog, título de la entrada, fragmento de la entrada y fecha de publicación, así como mostrará en color blanco las entradas sin leer y en azul las ya leídas.
  • Todavía situados en la misma carpeta, pulsa el botón Configuración de la carpeta, que se encuentra en la parte superior del panel principal y selecciona Ordenar por mas reciente. De esta manera los distintos elementos de esa carpeta se mostrarán por fecha de publicación.
  • Para ver las entradas de cada uno de los blogs solo tendrás que seleccionarlo en la lista y aparecerá su contenido en el panel principal.
  • Si quieres inicializar la lista de leídos a cero, colocate sobre la carpeta que contiene las suscripciones y pulsa el botón Marcar todos como leídos, en la parte superior del panel principal. Te dará la opción de marcar los que tienen una antigüedad mayor a un día, una semana o varias.
  • Pulsa ahora el enlace de Configuración que se encuentra arriba a la derecha, junto al nombre de la cuenta de gmail y selecciona configuración de Reader. Se te cargará por defecto la pestaña de Preferencias. Te recomiendo que aquí desmarques la opción de Marcar al pasar por encima porque seguro que se te marca como leído algún elemento sin leer. Desde la pestaña de Suscripciones puedes eliminar las suscripciones que no te interesen sin que por ello dejes de ser seguidor de ese blog.

Y bueno, con esto mas o menos ya tenéis la cuenta configurada. A partir de aquí se pueden hacer bastantes mas cosas para personalizar todo a nuestro gusto y podemos encontrar otras opciones interesantes, como las de Elementos recomendados, o buscar otros blogs parecidos al que ya tenemos añadido pulsando su flechita de la derecha y seleccionando Mas como este.

Seguimiento de comentarios

Para otra cosa que no suele utilizarse pero que es muy práctica es para el seguimiento de comentarios. Blogger nos ofrece la opción de reenviar al email cada respuesta a uno de ellos, pero acaba siendo un auténtico follón si tenemos la costumbre de comentar blogs que suelen tener muchos comentarios. Para añadir una suscripción a los comentarios de un blog, tendremos que utilizar la siguiente url y añadirla como si de cualquier otro blog se tratara: http://NOMBREDELBLOG.blogspot.com/feeds/comments/default

Recomiendo también crear una carpeta específica para esto o acabaremos no teniendo ni idea de que es cada cosa.

Una advertencia importante...

Una cosa a tener en cuenta es que si publicamos sin querer una entrada, esta entra a formar parte del  fichero RSS del Blog, por lo que aunque a los segundos la eliminemos o la coloquemos como borrador seguirá apareciendo a todos los lectores que utilicen este sistema de lectura de Blogs. De hecho con la tontería este post se me ha adelantado porque había publicado solamente las imágenes para dejárlas subidas en el servidor....
Me gustaría saber como eliminar de un fichero RSS las entradas eliminadas, pero no he tenido el tiempo suficiente para investigar, si a alguien le interesa que me pregunte y me esforzaré algo mas.


Y bueno, con esto creo que ya es suficiente. Espero que el coñazo que he escrito le sirva al menos a alguien, con eso estaría mas que contenta.
Buenas noches, y buena suerte.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Por la tolerancia

Deteneos, hombres y mujeres que pasáis, deteneos y escuchad.

Escuchad la voz de Sevilla, voz herida y melodiosa. La de su memoria, que es también la vuestra, es judía y cristiana, musulmana y laica, joven y antigua: la humanidad entera en sus sobresaltos de luz y sombras, se recoge en esa voz para extraer del pasado fundamentos de esperanza.

Aquí como en otros sitios, se amaba y odiaba por razones oscuras y sin razón alguna; se hacían rogativas por el sol y por la lluvia; se interpretaba la vida dando muerte; se creía ser fuerte por perseguir a los débiles, se afirmaba el honor de Dios, pero también la deshonra de los hombres.

Aquí, como en otros sitios, la tolerancia se impone. Y lo sabéis bien vosotros, hombres y mujeres que escucháis esta voz de Sevilla. Sabéis bien que, cara al destino que os es común, nada os separa. Puesto que Dios es Dios, todos sois sus hijos. A sus ojos, todos los seres valen lo mismo. La verdad que invocan no es valida si a todos no los convierte en soberanos.

Ciertamente toda vida termina en la noche, pero iluminarla es nuestra misión.



Este escrito por la tolerancia lo firma Elie Wiesel en un grabado en piedra junto al puente de Triana de Sevilla, y lo firma sabiendo de qué habla; habiendo escogido el camino de la libertad y la paz en lugar del rencor y el miedo.
El premio Nóbel de la Paz de 1986, de origen judio, sobrevivió a los campos de concentración nazis, pero no así sus padres ni su hermana pequeña, que vieron terminar sus vidas bajo las garras del terror.

Dedicó su vida a contar lo que sucedió en el infierno, para que jamás vuelva a suceder nada similar, para que comprendamos que el sexo, las creencias o el color de la piel no nos hace distintos.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Aprender a volar

La realidad era que sus palabras no eran mas pesadas que el aire.

Llevaba demasiado tiempo viendo a aquellas personas y sintiendo que ninguna de ellas le aceptaba realmente, y todo aquel tiempo había ayudado a que se sintiera diferente, vacío y miserable.

A su paso escuchaba murmullos; reconocía risas ahogadas a las que respondía llevando su mirada al suelo; frente a frente, sus ojos delataban la lástima que sentían al mirarle con tal fuerza que acabó aceptando la idea de ser distinto y no merecer una vida como la de los demás.

Vivía en un cuarto piso en el que desde las 16:00 hasta las 20:30 se sentaba a ver la gente pasar por delante de su ventana.

Le gustaba imaginar que aquellas personas miraban hacía arriba y le saludaban alegremente; jugaba a leer sus mentes, a intuir cada uno de sus pensamientos, predecir su futuro o adivinar el porqué de su prisa. Hizo suyos cada sentimiento de felicidad, de paz, dolor o tranquilidad que trasmitían en la distancia. Llegó a considerar amigos a todos aquellos extraños, les puso nombres e inventó una historia que marcara sus vidas.

Sonreía al ver pasar cada día a la señora Carmen llevando al colegio a su nieto Iván; el día que vio a María dirigirse al médico se alarmó innecesariamente, al día siguiente supo que era por una buena causa: estaba embarazada desde hacía cuatro meses de un niño que llevaría por nombre Daniel; y el día que vio a Jesús con mirada ausente supo que su padre había muerto y con tristeza rezó una oración en su nombre.

Pasó tanto tiempo viviendo de esta manera que acabó sintiendo miedo del mundo exterior; la protección de aquella realidad que había creado terminaba en el mismo segundo en el que cruzaba el umbral de su puerta, vivía en una burbuja de cristal creada por y para sí mismo.



Aquel día era martes.
Como cada día llegó al trabajo a las ocho y se escondió tras el ordenador esperando que nadie recordara su existencia. Abrió su correo en un acto mecánico y encontró un mensaje de remitente desconocido. Eran pocas las palabras que contenía, pero suficientes para apuñalar su universo: "Estoy hasta los cojones de que siempre andes detrás de esa ventana, puto degenerado. Mas te valdría despertar y abrir los ojos de una puñetera vez. No le importas a nadie, vas a estar siempre solo, y lo sabes. Eres patético".

A pesar de no levantar la mirada de su ordenador, sintió clavadas las miradas de todos los que le rodeaban. No dijo nada. Solo se levantó y se marchó intentando no mirar a su alrededor, como un autómata.

Llegó a casa y abrió aquella caja que su padre le había dejado como legado tras su muerte.
Extrajo con cuidado la pistola que contenía y la acarició suavemente, con cariño e incluso nostalgia, mientras se acercaba a la ventana. Se quedó embobado unos instantes observando el reflejo que el sol producía en la brillante superficie, y cuando despertó apuntó el arma a su sien esperando que alguno de sus amigos le gritara todas aquellas razones que tenía para no hacerlo, esperó un minuto, dos, tres... pero si alguien llegó a verlo, a ninguno pareció interesarle.
Despojado de cualquier ilusión apuntó hacía los que un día consideró sus amigos y disparó hasta vaciar su cargador.

La calle se tiñó de sangre y de gritos que terminaron en el preciso instante en el que intentó despertar y aprender a volar.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Reunión finalizada

Se aburre, tiene ganas de terminar la reunión y no sabe cómo hacerlo.
Comienza a apresurar sus palabras para poder poner fin en cuanto antes a esa situación, pero ellos parecen no querer ayudar.

Por su cabeza se pasean dos ideas enfrentadas. Una de ellas le dice que nunca hay que perder la educación y la compostura, pero esa idea apenas sobrevive un segundo antes de desvanecerse.

La segunda le dice que su traje y corbata le colocan en una situación de superioridad frente a aquellos dos personajes que se atreven a acudir en vaqueros al trabajo, y que tiene el derecho... no, el deber de utilizar esa posición privilegiada.

Echa un vistazo a sus dos interlocutores y decide que ese puede ser el momento oportuno, para qué esperar.
Levanta una mano con un dedo en alto, reclamando atención; ellos le miran extrañados y guardan silencio.
Ahora chasqueda un par de veces los dedos, señala la puerta y vuelve la vista hacía la pantalla de su ordenador.

La reunión ha terminado.



Que bueno.... dicen que los zaragozanos somos especialmente quejicas, y como zaragozana de pura cepa me quejo mucho, pero también me gusta ser optimista, que cobrar no cobraré, pero tengo trabajo, y lo mejor de todo, que yo fui la que cazó la galletita que nos lanzó al aire!!!! ¡¡¡guau guau!!!